domingo, 25 de enero de 2015

SANTA ÁNGELA DE MÉRICI

 
 
Ángela de Mérici fue una religiosa italiana que nació el 21 de Marzo de 1474 en Desenzano del Garda. Fue la fundadora de las Ursulinas, la primera congregación religiosa femenina enteramente entregada a la educación de las niñas y jóvenes. Falleció el 27 de enero de  1540 en Brescia (Italia) . Su nombre significa "Mensaje de Dios". Fue canonizada el 27 de mayo de 1807 por el Papa Pío VII.
 
HISTORIA DE SANTA ÁNGELA DE MÉRICI
Ángela creció en su casa con sus padres, los cuales tenían una granja donde vivían modestamente como agricultores. Sus padres, que eran más piadosos que ricos, la educaron cristianamente. Por las noches, leían la vida de un Santo y esto la enfervorizaba mucho y la entusiasmaba por la religión.
 
Cuando contaba 10 años quedó huérfana de padre y madre y también perdió a una de sus hermanas. En ese momento sus tíos, la familia Biancosi at Salo, la acogieron en su casa a ella y a uno de sus hermanos. Para Ángela fue un gran cambio de vida, ya que se trataba de una familia burguesa.
 

En su primera experiencia mística, se le apareció la Virgen Santísima con su hermana mayor quien había muerto de repente sin recibir los sacramentos. Ella había estado preocupada por la salvación de su hermana. Se cuenta que cierto día tuvo una visión de una escalera que subía hacia el cielo con jóvenes muchachas que subían y bajaban por ella. Dios le reveló que un día ella fundaría una nueva familia religiosa que atraería a las mujeres a fin de cumplir una misión en la Iglesia.
 
 
 
VIDA FRANCISCANA
Deseando consagrarse a la vida religiosa pidió entrar a la Tercera Orden de San Francisco de Asís. Ángela se hizo Terciaria Franciscana a la edad de 13 años y vivió en gran austeridad, a veces comiendo solo pan y vegetales. Desde entonces no quiso poseer bienes propios.
 
Se hace Terciaria Franciscana y, sin haber hecho estudios de primaria, llega a ser Consejera de gobernadores, obispos, doctores y sacerdotes.  Había recibido del Espíritu Santo el Don del Consejo, que consiste en saber lo que más conviene hacer y evitar en cada ocasión.

 
En 1516 sus superiores franciscanos la envían a Brescia con una misión: la señora Catarina Patengola había perdido a su esposo e hijos en la guerra y se encontraba inconsolable. Ángela permanece por dos años en casa de Catarina ayudándola a salir de su abatimiento; cuando termina ese tiempo decide quedarse en Brescia, por lo que acepta la hospitalidad de Antonio Romano, viviendo allí por 14 años.

En 1524 parte a Jerusalén con varios peregrinos. Durante la travesía sufre una momentánea ceguera y en Tierra Santa debe ser guiada. En el regreso, Ángela sana repentinamente. En 1525 parte a Roma para venerar las santas reliquias, y en una audiencia con el Papa Clemente VII, este le pide ayuda en Roma, pero ella se disculpa: "Es en Brescia donde Dios me quiere". El Papa Clemente VII la deja partir y marcha nuevamente a Brescia.
 
 

 

COMUNIDAD HERMANAS URSULINAS

Pequeña en estatura pero muy grande en amor y entusiasmo por servir a Dios queda muy sorprendida al llegar a su pueblo de la ignorancia de los niños, a quienes sus padres no podían o no querían enseñar ni siquiera lo más elemental del catecismo.

Sintiéndose llamada a resolver este problema, compartió con sus amigas su gran preocupación por la gran ignorancia religiosa de estos niños quienes de inmediato decidieron seguir generosamente a la Santa.
Hacia el año 1533, la Santa empezó a formar a varias jóvenes selectas en una especie de noviciado informal.
 
 
 
Doce de esas jóvenes se fueron a vivir con ella en una casa de las cercanías de la Iglesia de Santa Afra.



En la Iglesia de San Afra en Brescia, el 25 de Noviembre de 1535, Ángela y 28 compañeras mas jóvenes se unieron ante Dios para dedicarse el resto de sus vidas a su servicio, especialmente para la educación de las niñas.


Ángela puso al grupo bajo la protección de Santa Úrsula, patrona de las universidades medievales y veneradas como líder de mujeres. Este fue el comienzo de la Comunidad de Hermanas Ursulinas, la primera orden de mujeres dedicada a la enseñanza.


La orden no usaba hábito (solo un sencillo vestido negro), no hacía votos, no tenía vida de clausura, ni votos ni vida comunitaria. Su trabajo era la educación religiosa de niñas, especialmente pobres y el cuidado de los enfermos. En las primeras elecciones la Santa fue nombrada superiora y ejerció ese cargo durante los últimos cinco años de su vida. Santa Ángela de Mérici falleció el 27 de enero de 1540.

 

En 1544 una bula del Papa Pablo III, confirmó la Compañía de Santa Úrsula y la reconoció como congregación, cuatro años después de la muerte de Santa Ángela. En el momento de morir, rodeada de sus hermanas, un hermoso rayo de luz brilló sobre la Santa. Murió con el nombre de Jesús en sus labios. Sus últimas palabras fueron:

 "Dios mío yo te amo".
Que estas sean también las palabras que nosotros digamos no solo al tiempo de morir sino muchísimas veces durante toda nuestra vida.

Cada año celebramos su festividad el día 27 de enero.
 
 "Si alguna persona, por su estado de vida,
no puede vivir sin riquezas y posición,
que al menos mantenga su corazón
vacío del amor a estas"
"Dios mío yo te amo"
 

 

sábado, 17 de enero de 2015

SAN ANTON






San Antonio Abad nació hacia el año 250 en el seno de una poderosa familia de campesinos egipcios, en un pueblo llamado Queman, cerca de la ciudad de Heracleópolis. Según cuenta la leyenda, abandonó parte de sus riquezas y se dedicó a la vida espiritual retirada.


A los 18 años, al quedar huérfano decidió integrarse en la vida espiritual. Legó parte de su herencia a familiares, para que se hicieran cargo del cuidado de su hermana.
De pequeño no le enseñaron a leer ni escribir, pero, sí lo supieron educar cristianamente. Se retiró a las afueras de la ciudad a vivir en soledad y oración. 

Vivía cerca de algunos monjes que habitaban por allí, y de ellos fue aprendiendo a orar y a meditar. Le enseñaron a leer y su memoria era tal que lo que leía lo aprendía de memoria. 

Esto le va a servir mucho para el futuro, cuando no tendrá libros para leer, pero sí recordará maravillosamente lo leído anteriormente.


En su fase de iniciación, sufrió muchas tentaciones que combatía a base ayuno y meditación. Sin embargo, la convivencia con otras personas le dificultaba su perfeccionamiento espiritual, por lo que decidió trasladarse al desierto, donde encontró una cueva en la que vivir en soledad. Allí encontró a un anciano ermitaño, llamado Pedro, que será su maestro en esa forma de vida.


A los 35 años de edad siente una voz interior que lo invita a dedicarse a la soledad absoluta. Hasta entonces había vivido en una celda, no muy lejos de la ciudad y cerca de otros ascetas. La palabra "asceta" significa "el que lucha por dominarse a sí mismo". La gente llamaba ascetas a los cristianos fervorosos que se dedicaban con la oración, el sacrificio y la meditación a conseguir la santidad. 

Cerca de un grupo de ellos había vivido ya varios años Antonio y había aprendido cuanto ellos podían enseñarle para ser santo. Ahora se sentía capaz de alejarse a tratar de entenderse a solas con Dios. 



Así pues, Antonio viajó hasta Luxor (Tebas) instalándose en las ruinas de un cementerio, tratando de demostrar a los hombres el sentido ridículo de las supersticiones sobre la muerte, ya que sobre ella habría de triunfar la resurrección. 

En las montañas de Pispir, cerca del Nilo, junto al Mar Rojo se instaló en una fortaleza abandonada en medio del desierto pero bien provista de agua, encargando que le llevaran la comida dos veces al año y se la arrojarn por encima del muro para no romper su aislamiento. Sobrevivir a las numerosas serpientes que se alojaban entre aquellos muros, contribuyó a su leyenda de dominador de los animales.



En el desierto de la Tebaida fundó los monasterios de Pispir y Arsínoe llevando a cabo una importante tarea de evangelización, que le reportó muchos seguidores y discípulos. Cuando éstos pudieron hacerse cargo de las fundaciones, Antonio volvió a la vida contemplativa. 

San Antonio, fue ermitaño en el desierto de Egipto, por eso, siempre aparece representado como un monje eremita, y de hecho se le considera el primer ermitaño cristiano, y el fundador de la vida monacal. Por ello, se le llama San Antonio Abad, que significa, "padre", en Hebreo.


Murió el 17 de enero del año 356, contando con más de cien años de edad. Sus restos fueron trasladados a Alejandría y después a Constantinopla para viajar finalmente a Vienne (Francia). 

Es típico ver la representación de San Antonio con una cruz en forma de T (Tau), una campanita, un cerdo y a veces un libro. 


Un libro, en manos de los que muchos autores han calificado de campesino analfabeto.






Los antiguos le tenían mucha fe para que alejara de sus campos las pestes que atacaban a los animales. Por eso, lo pintan con un cerdo, un perro y un gallo. 

Es considerado patrón de tejedores de cestos, fabricanes de pinceles, cementerios, carniceros y animales domésticos.





En nuestra parroquia de Sevilla la Nueva, se celebra todos los años el día de San Antonio Abad, o San Antón, patrón de los animales domésticos. Hoy sábado día 17, como marca la tradicción, se realizará la bendición de todos los animales que sean acercados a la puerta de la Iglesia, a las 18:00 h, de la tarde.

"Demuestra el amor por tu mascota.
 Ven a bendecirle".











jueves, 1 de enero de 2015

MARIA, MADRE DE DIOS Y MADRE NUESTRA


MARÍA, MADRE DE DIOS Y MADRE NUESTRA
 
El día 1 de Enero, se celebra la festividad litúrgica Santa María, Madre de Dios, con la que concluye la octava de Navidad. 

Es una de las festividades más grandes de la Iglesia Católica. La Iglesia celebra que realmente María, no es sólo madre de la humanidad de Cristo sino que como ambas, son indivisibles desde el momento de su encarnación, María es también la Madre de Dios. 
Este día los textos litúrgicos no remiten también a contemplar el misterio de la "virginidad perpetua de la Virgen María", en palabras de San Ildefonso de Toledo.



CIRCUNCISIÓN E IMPOSICIÓN DEL NOMBRE DE JESÚS
El primer día del año se celebra también la fiesta de la circuncisión del Señor, en memoria del ritual judío que celebraba la entrada de un nuevo miembro al pueblo elegido.

La circuncisión era el signo de incorporación al pueblo de Israel. Tenía lugar al octavo día del nacimiento y dispensaba el reposo sabático. El rito no era de oficio sacerdotal y podía realizarlo cualquier persona. Podía realizarse en cualquier casa o en la sinagoga, ante diez testigos. 

Al hacerse la circuncisión se pronunciaba una oración, de bendición a Dios. El mismo día, se imponía el nombre al niño. Era la incorporación real y nominal a Israel.




 

El evangelio nos muestra como cuando se hubieron cumplido los ocho días del nacimiento del Niño Dios, según la tradición, se procedió a circuncidar al Niño y le pusieron por nombre Jesús, impuesto por el ángel antes de ser concebido en el seno de María. 




José de acuerdo con María, fue el que le impuso el nombre. Y le llamó Jesús, forma apocopada de Yehoshúa, que significa, "El Señor salva"
Era la misión salvadora que tenía, y con la dolorosa circuncisión, Cristo derramó ya la primera sangre redentora.



DOGMA DE LA PERPETUA VIRGINIDAD
La Iglesia afirma la doctrina de la virginidad perpetua de María Santísima. Esto significa, que María fue siempre virgen. Virgen antes, durante y perpetuamente después de dar a luz a Jesucristo, por obra de Dios Omnipotente.

La Iglesia ha confesado que Jesús fue concebido en el seno de la Virgen María únicamente por el poder del Espíritu Santo. Así pues, como anunció el ángel:  "María es la Virgen que concebirá y dará a luz un Hijo cuyo nombre será Jesús"

La profundización de la fe en la maternidad virginal ha llevado a la Iglesia a confesar la virginidad real y perpetua de María incluso en el parto del Hijo del Dios, hecho hombre.


El nacimiento de Cristo "consagró la integridad virginal" de su madre. La liturgia de la Iglesia celebra a María, como la "siempre virgen".





MARIA, MADRE DE DIOS
La fiesta litúrgica está vinculada a la "Maternidad Divina de María". Empezamos el año festejando a la Virgen. Es una oportunidad de oro para ponernos en sus manos desde el primer respiro del año.
 
 
El título de "Madre de Dios", es el primero y más importante para la Virgen María, y de él derivan todos los demás que se le han y pueden dar, ya que de ella nació Jesucristo, quien es Dios. Él, eterno e infinito, se encarna en María completo, como Dios y para hacerse hombre, y de ella nace Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre, dos naturalezas en una sola persona. 

 
 
Los hombres, al igual que hace más de dos mil años, siguen necesitando a Cristo. Para llegar a Él, hace falta ser humildes, pues la entrada de la cueva es pequeña y exige agacharse. Es Dios mismo, quien nos enseña, desde ese pesebre, que su seguimiento exige cruz, dolor, humildad, pureza y pobreza de corazón, y obediencia a la voluntad de Dios. 

Y es esto, lo que da la paz y la felicidad en el corazón. María, la Madre de Dios, nos enseña que para llegar a Cristo hace falta también la oración. 


Para ser Madre de Dios, María no tuvo que renunciar o dejar al margen nada de su feminidad, al contrario, la tuvo que realizar en nobleza y plenitud santificada como fue, por la acción del Espíritu Santo.




Al nacer de una mujer, Dios ha enaltecido y llevado a la perfección "el genero femenino", la dignidad de la mujer y de la Madre.

La Iglesia, al celebrar el 1 de enero la maternidad divina de María, reconoce gozosa que María es también madre de la Iglesia, lo que significa que su maternidad se extiende a todos los bautizados.   


 
 
María es la criatura mas santa que ha existido sobre la tierra, ya que el privilegio de ser la Madre de Dios, es único e irrepetible. Es la nueva Eva, de cuyo vientre nació la salvación para todos los hombres. Por todo ello, la fecha del 1 de Enero, debemos de celebrarla con alegría, poniendo todos nuestros proyectos y deseos en manos de la Virgen María, quien continuamente intercede por nosotros ante Dios nuestro Señor.


SEÑOR AÝUDAME A INCREMENTAR MI AMOR POR MARÍA


GRACIAS SEÑOR, POR PERMITIR QUE INICIE ESTE AÑO BUSCANDO TENER UN MOMENTO DE INTIMIDAD CONTIGO EN LA ORACIÓN. 
INVOCO A TU SANTÍSIMA MADRE PARA QUE ME AYUDE A CONTEMPLAR SU EJEMPLO Y VIRTUDES. 
RUEGO AL ESPÍRITU SANTO QUE INFUNDA EN MÍ SU LUZ Y FORTALEZA PARA CRECER EN LA HUMILDAD DEL
CORAZÓN.
AMÉN