El pasado 14 de Septiembre la Parroquia de
Santiago Apóstol de Sevilla la Nueva celebró la fiesta de su patrón el
Santísimo Cristo del Consuelo.
Hasta nuestra parroquia de Sevilla la Nueva, se desplazó la Coral de Ambite de Tajuña (Madrid) para celebrar con nosotros tan importante día en nuestro pueblo: la Exaltación de la Santa Cruz. Cristo del Consuelo en Sevilla la Nueva.
Con una gran calidad vocal y humana nos obsequiaron con un amplio repertorio de cánticos eucarísticos, con bellas melodías tanto vocal como instrumental. Desde nuestra parroquia agradecemos a toda la Coral de Ambite su desplazamiento, colaboración y participación en la fiesta de nuestro patrón, así como la elaboración de rosquillas que fueron donadas a la parroquia para la puja que tuvo lugar después de la procesión del Cristo por las calles de la localidad.
Con una gran calidad vocal y humana nos obsequiaron con un amplio repertorio de cánticos eucarísticos, con bellas melodías tanto vocal como instrumental. Desde nuestra parroquia agradecemos a toda la Coral de Ambite su desplazamiento, colaboración y participación en la fiesta de nuestro patrón, así como la elaboración de rosquillas que fueron donadas a la parroquia para la puja que tuvo lugar después de la procesión del Cristo por las calles de la localidad.
Los cristianos que han vivido en Sevilla la Nueva, han querido reconocer el consuelo profundo que Dios otorga en los momentos de incertidumbre en la Cruz del Señor.
Esta es la razón, por la que el 14 de Septiembre, fiesta litúrgica de la Exaltación de la Cruz, lo celebramos.
El amor al Santísimo Cristo del Consuelo
es una rica herencia que hemos recibido de nuestros antepasados.
¡Cuántos ojos habrán contemplado al Santísimo Cristo del Consuelo!
¡Cuántas oraciones se habrán dirigido al Santo Cristo, con fe, pidiendo
ayuda, amparo, consuelo, protección!
El Santísimo Cristo del Consuelo ha sido testigo de la vida de este pueblo, de nuestra historia, de nuestras alegrías y tristezas, de nuestros problemas, de nuestros avances y retrocesos, de nuestra fe, esperanza y caridad.
El Santo Cristo ha visto pasar bajo su cruz a numerosas generaciones de habitanes de Sevilla la Nueva, las ha acogido el día de su bautismo, las ha guiado como buen pastor, en Él siempre habrán encontrado apoyo, descanso, seguridad. Ha sido partícipe de todos los momentos, tantos felices como tristes, de la vida de cada habitante de Sevilla la Nueva.
Mientras sigamos mirando, amando y escuchando al Cristo del Consuelo nada habremos de temer, estaremos protegidos, estaremoss salvados. Esta herencia recibida no se debe nunca perder porque es una de nuestras principales raíces.
El Santísimo Cristo del Consuelo ha sido testigo de la vida de este pueblo, de nuestra historia, de nuestras alegrías y tristezas, de nuestros problemas, de nuestros avances y retrocesos, de nuestra fe, esperanza y caridad.
El Santo Cristo ha visto pasar bajo su cruz a numerosas generaciones de habitanes de Sevilla la Nueva, las ha acogido el día de su bautismo, las ha guiado como buen pastor, en Él siempre habrán encontrado apoyo, descanso, seguridad. Ha sido partícipe de todos los momentos, tantos felices como tristes, de la vida de cada habitante de Sevilla la Nueva.
Mientras sigamos mirando, amando y escuchando al Cristo del Consuelo nada habremos de temer, estaremos protegidos, estaremoss salvados. Esta herencia recibida no se debe nunca perder porque es una de nuestras principales raíces.
Aunque los tiempos
cambian y las generaciones se renuevan, la tradición debe permanecer, debemos
seguir siendo fieles a ella y no dejarla morir por modas pasajeras.
Renovarla y fortalecerla, sí; debilitarla y perderla, no.
Cuando un niño nace hemos de hablarle del Cristo del Consuelo, hacerle ver que no será un buen ciudadano de Sevilla la Nueva, si no ama al Cristo del Consuelo, que no tendrá buenos sentimientos si no tiene los sentimientos de Cristo, que no contribuirá a la construcción espiritual y moral del pueblo, si da la espalda a este Cristo.
Cuando un niño nace hemos de hablarle del Cristo del Consuelo, hacerle ver que no será un buen ciudadano de Sevilla la Nueva, si no ama al Cristo del Consuelo, que no tendrá buenos sentimientos si no tiene los sentimientos de Cristo, que no contribuirá a la construcción espiritual y moral del pueblo, si da la espalda a este Cristo.
Sevilla la Nueva ha crecido en torno
al Cristo del Consuelo, hay que quererle, visitarle y rezarle. Qué
alegría da, cuando llegue el gran día de la fiesta, ver en la Iglesia a
distintas generaciones, unidas ante la imagen de su Cristo. Da alegría
cuando pasáis al lado de la Iglesia y pensáis: "Ahí está mi Cristo del Consuelo, ahí está mi protector".
Todos sevillanovenses debemos de
sentirnos seguros sabiendo que Él no duerme, que está pendiente de los
enfermos, de los ancianos, de los adolescentes, de los jovenes, de los
trabajadores, de los desempleados, de los niños, de las mujeres
trabajadoras en sus casas, de los sacerdotes, de la comunidad cristiana,
de los que gobiernan y cuidan de nuestro pueblo.... Qué seguros nos sentimos al saber que el Cristo del Consuelo nunca nos dará la espalda, siempre nos ayudará
y, aunque nos olvidrmod de Él, Él nunca se olvidará de nosotros.
A las 19:30 h. tuvo lugar la tradicional procesión del Santísimo Cristo del Consuelo por las calles de Sevilla la Nueva.
Multitud de feligreses, junto con la banda de música, autoridades, policía local, sacerdotes, y vecinos que se iban uniendo al paso del Santísimo Cristo del Consuelo por las calles del recorrido, acompañaron a nuestro Señor por las principales calles de la localidad.
Finalmente y una vez terminado el recorrido habitual, tuvo lugar en la
puerta de la Iglesia la "puja" de alimentos donados por feligreses: rosquillas de Ambite, queso de Valdelaguna, un jamón, y también la tradicional "puja" de los palos.
El Cristo del Consuelo nos está diciendo que todos estamos llamados a vivir la fraternidad, a amarnos de verdad, porque debemos imitarle en el amor que es lo que más agrada a nuestro Cristo.
"Todos somos hermanos, hijos del Padre que está en el cielo" y entre hermanos tiene que estar presente una única realidad: el Amor.