INMACULADA CONCEPCIÓN
El 8 de diciembre se celebra la Inmaculada Concepción de María, patrona de España. En 1854, el Papa Pío IX proclamó que Dios había preservado inmune a la Virgen de toda mancha de pecado original desde el primer instante de su concepción.
En la doctrina de la Inmaculada Concepción, la Iglesia Católica contempla la posición especial de María por ser madre de Cristo, y sostiene que Dios preservó a María libre de todo pecado y, libre de toda mancha o efecto del pecado original, que había de transmitirse a todos los hombres por ser descendientes de Adán y Eva, en atención a que iba a ser la madre de Jesús, que es también Dios. La doctrina se reafirma con la expresión "llena eres de gracia", contenida en el saludo del arcángel Gabriel y recogida en la oración del Ave María.
España celebra a la Inmaculada como patrona y protectora desde 1644, siendo el 8 de diciembre fiesta de carácter nacional, y se declaró fiesta de guardar en toda la Iglesia desde 1708 por orden del papa Clemente XI.
Sin embargo, la tradicional Vigilia de la Inmaculada, que tiene lugar en las parroquias y catedrales de todas las diócesis españolas cada 7 de diciembre, tardó algo más en consolidarse como la expresión por excelencia de la devoción mariana. No fue hasta el año 1947, por iniciativa del sacerdote jesuita Tomás Morales, actualmente en proceso de canonización.
Durante la celebración de dicha festividad, los sacerdotes españoles tienen el privilegio de vestir casulla azul. Este privilegio fue otorgado por la Santa Sede en 1864, como agradecimiento a la defensa del dogma de la Inmaculada Concepción que hizo España.
La patrona de la Infantería Española es la Inmaculada Concepción.
En nuestras catedrales y parroquias, que llevan nada menos que 48 años promoviendo la Vigilia de la Inmaculada, se pedirá a la Virgen María que "nos ayude y nos permita en los actuales momentos de gravísima crisis moral, religiosa y económica que padecemos, salir de esta situación con la fe, esperanza y fortaleza que siempre proporciona acercarnos a nuestra Madre".
ORACIÓN A LA INMACULADA
CONCEPCIÓN
Inmaculada Madre de Dios, Reina de los cielos, Madre de misericordia, abogada y refugio de los pecadores: he aquí que yo, iluminado y movido por las gracias que vuestra maternal benevolencia abundantemente me ha obtenido del Tesoro Divino, propongo poner mi corazón ahora y siempre en vuestras manos para que sea consagrado a Jesús.
A Vos, oh Virgen santísima, lo entrego, en presencia de los nueve coros de los ángeles y de todos los santos; Vos, en mi nombre, consagradlo a Jesús; y por la filial confianza que os tengo, estoy seguro de que haréis ahora y siempre que mi corazón sea enteramente de Jesús, imitando perfectamente a los santos, especialmente a San José, vuestro purísimo esposo.
Amén.