domingo, 19 de enero de 2014

SAN SEBASTIÁN

SAN SEBASTIÁN



VIDA DE SAN SEBASTIÁN
San Sebastián, hijo de familia militar y noble, nació en Narbona (Francia) en el año 256, pero se educó en Milán. Llegó a ser capitán de la primera corte de la guardia pretoriana imperial. Era respetado por todos y aprecidado por el emperador, que desconocía su calidad de cristiano. Cumplía con la disciplina militar, pero no participaba en los sacrificios paganos por considerarlos idolatría. Además, como buen cristiano, ejercitaba el apostolado entre sus compañeros, visitando y alentando a otros cristianos encarcelados por causa de su religión. Acabó por ser descubierto y denunciado al emperador Maximiano (amigo de Diocleciano), quien lo obligó a escoger entre ser su soldado o seguir a Jesucristo. 

El santo escogió la milicia de Cristo. Descepcionado, el emperador le amenazó de muerte, pero Sebastián, convertido en soldado de Cristo, se mantuvo firme en su fe. 

Enfurecido, Maximiano, le condenó a morir asaeteado, es decir, que su cuerpo fuera cubierto de flechas en las zonas no vitales del cuerpo humano, de forma que no muriera directamente por los felchazos, sino que falleciera al cabo de un tiempo, desangrado, entre grandes y largos dolores. Los soldados del emperador lo llevaron al estadio, lo desnudaron, lo ataron a un poste y lanzaron sobre él una lluvia de saetas. 

Cuando acabaron su misión y vieron que San Sebastián ya estaba casi muerto, dejaron el cuerpo inerte del santo acribillado por las flechas. 
 

Sin embargo, sus amigos, se acercaron y al verlo todavía con vida, lo llevaron a casa de una noble cristiana romana llamada Irene, esposa de Cástulo, que lo mantuvo escondido en su casa, y le curó las heridas hasta que quedó sano.

Cuando San Sebastián, estuvo totalmente restablecido, sus amigos le aconsejarosn que se ausentara de Roma, pero el santo se negó rotundamente, pues su corazón ardoroso del amor de Cristo, impedía que él no continuase anunciando a su Señor . Se presentó con valentía ante el emperador, quedando desconcertado porque lo daba por muerto, momento que Sebastián aprovechó para arremeter con fuerza contra él y sus creencias, reprochándole energicamente su  conducta por perseguir a los cristianos.

Maximiano mandó que lo azotaran hasta morir, y los soldados cumplieron esta vez sin errores la misión y tiraron su cuerpo en un lodazal.

El cuerpo sin vida de San Sebastián fue recogido por los fieles cristianos y sepultado en un cementerio subterráneo de la Vía Apia romana, que hoy lleva el nombre de Catacumba de San Sebastián, y con éste cruel suplicio pasó su alma a recibir en el Cielo la corona del Martirio, el día 20 de Enero hacia el año 288.


Aparece atestiguado en la Depositio Martyrum o deposición de los mártires de la Iglesia Romana, que nos dice que San Sebastián está enterrado en el cementerio Ad Catacumbas. Nos dan fe de su culto el Calendario de Cartago y el Sacramentario Gelasiano y Gregoriano, (son manuales antiguos con las oraciones de los santos y fiestas), así como diversos Itinerarios. Concretamente el Calendario jeronimiano especifica más el lugar de su sepulcro: en una galería subterránea, junto a la memoria de los apóstoles Pedro y Pablo. 

Los Sacramentarios eran los libros litúrgicos de más importancia en la antigüedad. Eran unos libros que reunían las preces u oraciones comunes, para la confección de la Eucaristía, que fueron recopiladas y fijadas por los Sumos sacerdotes.

El sacramentario gelasiano atribuido al Papa Gelasio I, se conserva en la Biblioteca Vaticana. Se sabe que fue elaborado en un monasterio cerca de París hacia el año 750. Contiene misas para todo el año y para algunas otras celebraciones como ordenaciones sacerdotales y diaconales, penitencia, bautismo, etc. La base es la liturgia romana pero influída por oraciones y plegarias galicanas.

El sacramentario gregoriano llega a nosotros a través de las recopilaciones que se hicieron a finales del siglo VIII. Se trata de una colección de sacramentarios que se usaban ya en tiempos del Papa Gregorio Magno. Sus textos son el modelo de las formas litúrgicas posteriores al Concilio Vaticano II, debido a su sobriedad y sencillez.





CULTO A  SAN SEBASTIÁN
El culto a San Sebastián es muy antiguo y está muy extendido. Durante la peste de Roma (680) fue invocada su protección particular y desde entonces la Iglesia Universal ve en él al abogado especial contra la peste y en general se le considera como gran defensor de la Iglesia. Además es llamado "el Apolo cristiano", ya que es uno de los santos más reproducidos por el arte en general.

Su fiesta se celebra el 20 de Enero y ha estado siempre unida a la de San Fabián, en la festividad de los Santos Mártires.



Querido San Sebastián, tú que fuiste tan querido por Jesús, te pedimos que nos ayudes. 
Consuela nuestro pobre corazón afligido y lloroso.
Ayúdanos a llevar una vida santa y ordenada, 
y que en nuestra casa, en nuestras familias,
 reine la paz, el amor y la salud.
 Por tu intersección se lo pedios a Dios Todopoderoso. 
Amén