viernes, 28 de febrero de 2014

MIERCOLES DE CENIZA

MIERCOLES DE CENIZA



Con el Miércoles de Ceniza (05/03/14), da comienzo la Cuaresma, un tiempo de oración, penitencia y ayuno. Cuarenta días que la Iglesia marca para la conversión de nuestro corazón. La imposición de las cenizas, nos recuerda que nuestra vida en la tierra es pasajera y que nuestra vida definitiva se encuentra en el Cielo.



ORIGEN DE LA COSTUMBRE

Antiguamente los judíos acostumbraban cubrirse de ceniza cuando hacían algún sacrificio en señal de penitencia; lo hicieron, por ejemplo, los ninivitas como signo de conversión de su mala vida a una vida con Dios, tras la predicación del profeta Jonás.  En los primeros siglos de la Iglesia, las personas que querían recibir el Sacramento de la Reconciliación el Jueves Santo, y así poder participar de la resurrección del Señor, se ponían ceniza en la cabeza y se presentaban ante la comunidad vestidos con un "hábito penitencial". Esto representaba su voluntad de convertirse.



En el año 384 d.C., la Cuaresma adquirió un sentido penitencial para todos los cristianos y desde el siglo XI, la Iglesia de Roma acostumbra poner las cenizas al iniciar los 40 días de penitencia y conversión. Las cenizas que se utilizan se obtienen quemando las palmas usadas el Domingo de Ramos del año anterior. 


Esto nos recuerda, que lo que fue signo de gloria, pronto se reduce a nada.


 

La imposición de ceniza es una costumbre que nos recuerda que algún día vamos a morir y que nuestro cuerpo se va a convertir en polvo. Nos enseña que todo lo material que tengamos aquí se acaba. En cambio, todo el bien que tengamos en nuestra alma nos lo vamos a llevar a la eternidad. 



Al final de nuestra vida, sólo poseeremos aquello que hayamos hecho por Dios y por nuestros hermanos.


La imposición de la ceniza, es realizada por el sacerdote sobre los fieles que asisten a la Iglesia, haciéndoles una cruz con la ceniza en la frente, o dejando caer un poco de ceniza en sus cabezas, usando las siguientes palabras:



*Recuerda que polvo eres y en polvo te convertirás.


*Arrepiéntete y cree en el Evangelio.





Cuando el sacerdote nos pone la ceniza, debemos tener una actitud de querer mejorar, de querer tener amistad con Dios, ya que esas cenizas representan nuestros egoísmos, mentiras, perezas, falta de respeto, peleas..., nuestros males que hemos quemado y que queremos que se conviertan en paz, amistad, solidaridad, amor, dulzura y comprensión. La ceniza se impone tanto a niños como a adultos.



EL AYUNO Y LA ABSTINENCIA

El miércoles de ceniza y el Viernes Santo y el Sábado Santo, son días de ayuno y abstinencia.

Abstinencia: Obliga a partir de los 14 años. La abstinencia consiste en no comer carne.

Ayuno: Obliga desde los 18 años hasta los 65 años. El ayuno consiste en hacer una sola comida fuerte al día.

Es una manera de pedirle perdón a Dios por haberlo ofendido y decirle que queremos cambiar de vida para agradarlo siempre.
 
Al hacer sacrificios (significa "hacer sagradas las cosas"), debemos hacerlos con alegría, ya que es por amor a Dios. Si no lo hacemos así, causaremos lástima y compasión y perderemos la recompensa de la felicidad eterna. 


Dios es el que ve nuestro sacrificio desde el cielo y es el que nos va a recompensar.



LA ORACIÓN

La oración en este tiempo es importante, ya que nos ayuda a estar más cerca de Dios para poder cambiar lo que necesitemos cambiar de nuestro interior. Necesitamos convertirnos, abandonando el pecado que nos aleja de Dios. Cambiar nuestra forma de vivir para que sea Dios el centro de nuestra vida. Sólo en la oración encontraremos el amor de Dios y la dulce y amorosa exigencia de su voluntad. 


Para que nuestra oración tenga frutos, debemos evitar los siguiente:

La Hipocresía: Jesús no quiere que oremos para que los demás nos vean llamando la atención con nuestra actitud exterior. Lo que importa es nuestra actitud interior.

La Disipación: Esto quiere decir que hay que evitar las distracciones lo más posible. Preparar nuestra oración, el tiempo y el lugar donde se va a llevar a cabo para podernos poner en presencia de Dios.

La multitud de palabras: Esto quiere decir que no se trata de hablar mucho o repetir oraciones de memorio sino de escuchar a Dios. La oración es conformarnos con Él; nuestros deseos, nuestras intenciones y nuestras necesidades. Por eso, no necesitamos decirle muchas cosas. La sinceridad, que usemos debe salir de lo profundo de nuestro corazón, porque a Dios no se le puede engañar.




CONCLUSIÓN


 
La imposición de la ceniza no es un rito mágico, no nos quita nuestro pecados, pues para ello tenemos el Sacramento de la Reconciliación.  La imposición de la ceniza es un signo de arrepentimiento, de penitencia, pero sobre todo de conversión. 


Es el inicio del camino de la Cuaresma, para acompañar a Jesús desde su desierto hasta el día de su triunfo que es el Domingo de Resurrección. 

Además, debe de ser un tiempo de reflexión de nuestra vida, de entender a donde vamos, de analizar como es nuestro comportamiento con nuestra familia y en general con todos los seres que nos rodean.



Al reflexionar sobre nuestra vida, debemos convertirla de ahora en adelante en un seguimiento a Jesús, profundizando en su mensaje de amor y acercándonos en esta Cuaresma al Sacramento de la Reconciliación (confesándonos), y reconciliarnos con Dios. 


Esta Reconcilición con Dios, está integrada por el Arrepentimiento, la Confesión de nuestros pecados, la Penitencia y la Conversión.



El Arrepentemiento: Debe ser sincero, reconociendo que las faltas (pensamiento, palabra, obra y omisión) que hemos cometido, no las debimos haber hecho y hacer firme propósito de no volverlas a cometer.

La Confesión: Además de arrepentirse, hay que obtener la gracia de Dios, con la absolución de nuestros pecados expresadas por el sacerdote en la confesión.

La Penitencia: Cumplirla, con la imposición del sacerdote en el Sacramento de la Reconciliación, pero luego continuaremos con la oración, con el ayuno y con la caridad.

La Conversión: que es seguir hacia adelante, es seguir a Jesús. Leer el Evangelio, meditarlo, y creer en Él, y con ello convertiremos nuestra vida, siguiento las palabras del evangelio y evangelizando, transmitiendo su mensaje co nuestras acciones y nuestras palabras.



ENTRÉGATE A DIOS
AMA
OFRECE TU AMISTAD
 CONFÍA
SÉ SOLIDARIO
REZA
DA TU CONVERSIÓN
AYUNA
PERDONA A TUS ENEMIGOS
EVANGELIZA
DEJA QUE DIOS FORME PARTE DE TU VIDA