domingo, 24 de agosto de 2014

SAN BARTOLOMÉ



San Bartolomé o Natanael fue uno de los 12 discípulos de Jesús quien lo acompañó por medio de Felipe cuando fue llamado cerca a Galilea.

Bartolomé es un sobrenombre o segundo nombre que le fue añadido a su antiguo nombre que era Natanael (que significa "regalo de Dios"). El personaje que el evangelista San Juan llama Natanael, es el mismo que otros evangelistas llaman Bartolomé. Porque San Mateo, San Lucas y San Marcos cuando nombran al apóstol Felipe, le colocan como compañero de Felipe a Natanael.


A este Santo (que fue uno de los doce apóstoles de Jesús), lo pintaban los antiguos con la piel en sus brazos como quien lleva un abrigo, porque la tradición cuenta que su martirio consistió en que le arrancaron la piel de su cuerpo, estando él aún vivo.


EL ENCUENTRO MÁS GRANDE DE SU VIDA

El día en que Natanael o Bartolomé se encontró por primera vez a Jesús fue para toda su vida, una fecha memorable, totalmente inolvidable. El evangelio de San Juan la narra de la siguiente manera:


"Jesús se encontró a Felipe y le dijo: "Sígueme". Felipe se encontró a Natanael y le dijo: "Hemos encontrado a aquél a quien anunciaron Moisés y los profetas. Es Jesús de Nazaret". Natanael le respondió: "¿Es que de Nazaret puede salir algo bueno?" Felipe le dijo: "Ven y verás". Vio Jesús que se acercaba Natanael y le dijo Él:  "Ahí tienen a un israelita de verdad, en quien no hay engaño" , Natanael le preguntó: "¿Desde cuando me conoces?" Le respondió Jesús: "antes de que Felipe te llamara, cuando tú estabas allá debajo del árbol, yo te vi". Le repondió Natanael: "Maestro, Tú eres el Hijo de Dios, Tú eres el Rey de Israel". Jesús le contestó: "Por haber dicho que te vi debajo del árbol, ¿crees? Te aseguro que verás a los ángeles del cielo bajar y subir alrededor del Hijo del Hombre".
Felipe, lo primero que hizo al experimentar el enorme gozo de ser discípulo de Jesús fue ir a invitar a un gran amigo a que se hiciera también seguidor de tan excelente maestro. Era una antorcha que encendía a otra antorcha. Pero nuestro santo al oír que Jesús era de Nazaret (aunque no era de ese pueblo sino de Belén, pero la gente  creía que había nacido allí) se extrañó, porque aquél era uno de los más pequeños e ignorados pueblecitos del país, que ni siquiera aparecía en los mapas. Felipe no le discutió a su pregunta pesismista sino solamente le hizo una propuesta: "Ven y verás que gran profeta es!". Y así es como, Bartolome o Natanael , conoció a Jesús de Nazaret y se hizo discípulo suyo.



VIDA Y MARTIRIO DEL SANTO
Desde entonces nuestro Santo fue un discípulo incondicional de este enviado de Dios, Cristo Jesús que tenía poderes y sabiduría del todo sobrenaturales. Con los otros 11 apóstoles presenció los admirables milagros de Jesús, oyó sus sublimes enseñanzas y recibió el Espíritu Santo en forma de lenguas de fuego.

El libro Martirologio Romano, que es un libro muy antiguo y muy venerado, resume así la vida posterior del Santo de hoy: "Bartolomé predicó el evangelio en la India, donde dejó una compia del Evangelio de San Mateo en arameo. Después pasó a Armenia, y allí convirtió a mucha gente".  

La tradición armenia, le atribuye también la predicación del cristianismo en el país caucásico, junto a San Judas Tadeo. Ambos son considerados santos patrones de la Iglesia Apostólica Armenia puesto que fueron los primeros en fundar el cristianismo en Armenia.


Los enemigos de nuestra religión, Astyages, rey de Armenia y hermano del rey Polimio que San Bartolome había convertido al cristianismo. 
Como los sacerdotes de los templos paganos, que se estaban quedando sin seguidores, protestaron ante Astiages de la labor evangelizadora de Bartolomé, Astiages mandó llamarlo y le ordenó que adorara a sus ídolos, tal como él había hecho con su hermano. 
Ante la negativa de Bartolomé, el rey ordenó que lo desollaran, quitándole la piel en su presencia hasta que renunciase a su Dios o mueriese, y después le cortaron la cabeza, y murió recibiendo la corona del martirio.

Este martirio ocurrió en Abanopolis, en la costa occidental del Mar Caspio, después de haber predicado también en Mesopotamia, Persia y Egipto.


En la Capilla Sixtina de Miguel Ángel, la piel que se representa es un autorretrato del mismo autor, detalle que no se descubrió hasta bien entrado el siglo XIX.
Para San Bartolomé como para nosotros la santidad no se basa en hacer milagros, ni en deslumbrar a otros con hazañas extraordinarias sino en dedicar la vida a amar a Dios, a hacer conocer y amar mas a Jesucristo y a propagar su santa religión, y en tener una constante caridad con los demás y tratar de hacer a todos el mayor bien posible.



RELIQUIAS MORTALES

Las reliquias de San Bartolomé, según una tradición, fueron enterradas en la isla de Lipara y eventualmente fueron trasladadas a Benevento, Italia y después a Roma donde ahora están en la Iglesia de San Bartolomé, en la "Isla Tiberina" de la ciudad de Roma. Se dice que la Reina Emma, la esposa del Rey Canute entregó uno de sus brazos a Canterbury en el siglo XI.



ICONOGRAFÍA
La imagen de San Bartolomé se representa en el momento del martirio, siendo desollado, bien sobre un potro o atado a un árbol. También se le ha representado obrando milagros: resucitando a los hijos del rey Polimio y liberando a la hija de éste poseída por el demonio.
En el arte suele representársele con un gran cuchillo, o también mostrando su piel cogida en el brazo como si se tratara de una prenda de vestir, aludiendo a su martirio. Por todo esto, se le considera patrón de los curtidores, carniceros, agricultores, viñadores y otros. Se le invoca contra las enfermedades nerviosas en general.
En la iconografía se le representa con barba, un libro y un cuchillo  utilizado en su martirio.
Su fiesta se celebra el 24 de agosto, y es el patrón de multitud de pueblos y ciudades.



San Bartolomé, 
fiel amigo y seguidor de Maestro,
mártir de Jesucristo, 
trabajador infatigable del Evangelio,
acógenos bajo tu especial protección, 
enséñanos a ser buenos discípulos del Señor:
disponibles, fieles y coherentes.
Tú que vives ya para siempre en la casa del Padre,
vela e intercede por nosotros,
protégenos desde el cielo, protege nuestras familias,
 bendice nuestros negocios, campos y ganados, 
remedia nuestras necesidades;
favorécenos en toda adversidad,
 traénos los dones de Jesús y,
 ayúdanos a ser cada día mejores personas 
de tal manera que merezcamos también
 la gloria de la eternicad.
Por Jesucristo, nuestro Señor. 
Amén.


jueves, 14 de agosto de 2014

SAN ROQUE

SAN ROQUE DE MONTPELLIER



San Roque nació en Montpellier y fue un peregrino que se desplazó a Roma. Recorrió Italia y se dedicó toda su vida a curar a todos los infectados de la peste. Su fiesta se celebra el 16 de agosto.



HISTORIA DE SAN ROQUE
Roque era hijo de Juan y Libera, príncipes de Montpellier y descendientes de la Casa Real francesa, y ambos vasallos del rey Jaime II de Aragón. Sus padres no podían tener hijos y rogaron a la Virgen María que les concediera un hijo. Nacido este con un lunar, le llamaron Roque. A los siete años ya hacía todo tipo de obras piadosas y caritativas. 

Cuando tenía doce años, su padre cayó enfermo y le dijo: "Roque, me estoy muriendo. 

Como legado te dejo cuatro cosas; la primera, servir a nuestro Señor Jesús; la segunda, servir siempre a los pobres; la tercera, te nombro dueño de mi propiedad y bienes, que deberás emplear en beneficio de los pobres; la cuarta, que siempre haya en tus casas, espacio para pobres, enfermos y huérfanos".

Cuando Roque tenía 20 años, su madre murió y él se dedicó a visitar las casas de los pobres, a ayudar a enfermos y necesitados de palabra y obras. Todo lo que su padre le había dejado lo dio a los pobres siguiendo el consejo evangélico. Cuando consideró que había cumplido a su padre, decidió marchar en peregrinación a Roma. En Italia se estableció en Acquapendente, en la Toscana y allí se dedicó a cuidar de los enfermos de peste en el hospital, haciendo de médico, enfermero, herbolario y de sepulturero. En ese período, durante sus estancia en el hospital se cuentan numerosas curaciones milagrosas. 

Después de un largo viaje por varias regiones, llegó finalmente a Roma, que estaba llena de apestados. Obtuvo alojamiento en el palacio de un cardenal que, al poco tiempo, también cayó enfermo, pero Roque lo sanó haciéndole la señal de la cruz. 


Permaneció tres años con el cardenal, dedicado a los enfermos y los pobres, sin revelar su origen noble. Cuando el cardenal murió, se fue a Piacenza, pues había oído decir la peste hacía estragos allí. 

Se llegó al hospital donde pasó mucho tiempo acogiendo pobres, sanando a la gente y predicando el evangelio hasta que inevitamblemente, y como era previsible se contagió de peste. 

 
Ya víctima de la enfermedad, le salió una llaga purulenta por lo que fue tratado como un apestado más, despreciado e incluso expulsado del hospital. Entonces se refugió en una cueva a las afueras de Piacenza.




EL PERRO Y SAN ROQUE


Estando San Roque en la cueva, dando gracias a Dios por tener una terrible sed y no disponer de agua, milagrosamente, surgió una fuente de una roca, pudiendo apagar su sed.



Dios, en su infinita Misericordia, tenía otros planes para el bueno de Roque, y todos los días aparecía en la cueva un perro que le llevaba una rosquilla de pan además de lamerle las úlceras que la enfermedad había producido en su cuerpo.



Todos los días, el perro tomaba un panecillo de la mesa de su amo , un hombre bien acomodado llamado Gottardo Pallastrelli, el cual, después de ver la escena repetidamete, decidió un día seguir a su mascota. De esta forma, penetró en el bosque donde encontró al pobre Roque, moribundo. Ante la sorpresa, se lo llevó a su casa, lo alimentó y le hizo las curaciones oportunas. 




Gottardo, después de comprobar la sencillez de aquel hombre y de haber escuchado las palabras del evangelio que le enseñó, decidió peregrinar como él dedicándose a los pobres. Y ocurrió un milagro: los apestados de Piacenza sanaron. Entonces Roque rezó para que Dios le librase de su enfermedad, y así pasó.  La curación definitiva de Roque fue posible gracias a un ángel que se le apareció y lo sanó.


Una vez curado, Roque decidió volver definitivamente a Montpellier, su tierra natal,  pero debido al duro trabajo y a la enfermedad que había padecido quedó desfigurado; por lo que al llegar a Montpellier, nadie lo reconoció. 

Como Montpellier estaba en guerra, lo denunciaron como posible espía por lo que fue arrestado en Anguera, cerca del Lago Mayor en Italia.Fue interrogado por un juez, y no defendiéndose, fue encerrado durante 5 años en la cárcel hasta que murió de flaqueza 1376 y 1379. 

Cuando San Roque murió en la cárcel, su celda se iluminó de manera asombrosa y el cuerpo muerto aparecía como resplandeciente. 


Junto al cuerpo había una tablilla con una inscripción: "Quién le implore, se librará de la peste", por lo que rápidamente se corrió la voz de que en la cárcel había muerto un santo. 




El gobernador, que era su tío materno, fue a la cárcel y lo reconoció por lo que se le rindieron unas exequias realmente triunfales. Fue sepultado en una iglesia local, y posteriormente se construyó una iglesia en su honor.

El "Acta Brevoria", es el texto más fideligno de la vida de éste santo, redactada  en el Norte de Italia, de autor anónimo, pero de la que la mayoría de los historiadores creen que fue escrita por el propio Gottardo Pallastrelli.


CULTO Y DEVOCIÓN


En 1485 las reliquias fueron trasladados desde Montpellier a Venecia, hecho que desplegó su culto por toda Europa, sobre todo gracias a los franciscanos, que le hicieron terciario de su orden. 

Las primeras representaciones del santo están en Nuremberg y Bingen, asimismo los primeros traslados de otras reliquias fueron a Amberes. Así que fueron los Países Bajos los que fomentaron más su culto. 




En 1477, en ocasión de otra epidemia de peste, se fundó en Venecia una cofradía que bajo su honor se dedicó al hospedaje de enfermos de peste y que fue conocida como Confraternità o Scuole di San Rocco. 

Dicha agrupación fomentó la devoción al santo construyendo capillas y más centros de acogida por toda Italia. Una de las iglesias conocidas que le están dedicadas es en París, muy cerca del museo del Louvre, que hizo edificar Luis XIV en 1563. Desde entonces se convierte en uno de los santos más populares para pedir su intercesión ante Dios. Es el abogado por excelencia contra la peste y todo tipo de epidemias. El Papa Gregorio XIII lo declaró Santo en el siglo XVI y en muchos pueblos y ciudades lo veneran con gran devoción después de que él haya intercedido entre los habitantes.  Son muchas las iglesias parroquiales que tienen una imagen de San Roque en los altares. Los principales templos de todo el mundo dedicados a San Roque están en Montpellier, en Venecia y en París. También en muchas poblaciones hay pequeñitas hornacinas con la imagen del santo que en forma de capillitas están instaladas en las calles.


SAN ROQUE Y EL CAMINO DE SANTIAGO

Se sabe que San Roque vino a España e hizo el camino de Santiago de Compostela, como peregrino. A la salida del pueblo de O´Cebreiro, en el conocido como Alto de San Roque (1270 m), se levanta una pequeña capilla dedicada a este santo de gran devoción. 



En el Alto de San Roque,  se erige una gran estatua de bronce de un peregrino luchando contra los elementos,  apoyado en su bordón y sosteniendo con su mano izquierda el sombrero. Esta obra se ha convertido en uno de los símbolos más importantes de la Ruta Jacobea en Galicia, y se le conoce con el nombre de Monumento al Peregrino.



El Camino de Santiago posiblemente a partir del siglo XV y XVI, lo adoptó también como uno de sus santos preferidos confiriéndole en sus representaciones iconográficas los atributos de peregrino jacobeo. 
 


sanroqueEn ocasiones estas representaciones de San Roque tienen como modelo las del propio Santiago Peregrino. Se diferencian por dos atributos: las marcas de la peste, visibles en sus piernas desnudas, y un perrito con un trozo de pan en la boca, que le ofrece al Santo.




ONOMÁSTICA Y PATRÓNAZGO
San Roque es junto a San Sebastián el abogado por excelencia contra la peste y todo tipo de epidemias. San Antonio Abad, patrón de los animales, y debido al gran trabajo que tiene en proteger a los muchos que hay en el mundo, da permiso a San Roque para que se ocupe de los perros, es por ese motivo que San Roque es el protector de los perros. Se le puede pedir amparo para que no sean abandonados ni maltratados.
También es patrón contra la peste, el cólera y otras epidemias, y para el dolor en los pies, las rodillas y las piernas, la rabia, la peste y todo tipo de accidentes y llagas. Tamién es patrón de los picapedreros y marmolistas. 



ICONOGRAFÍA


Su iconografía aunque variada, es abundante y perfectamente reconocible; viste de peregrino (bastón con calabaza, sombrero, concha). Suele levantar la ropa con un bonito gesto, para mostrar las llagas, y casi siempre le acompaña el perro, que lleva el pan en la boca, y a veces un ángel.



Su fiesta se celebra el 16 de agosto y  es patrono de las ciudades de Montpellier, Parma y Venecia.


San Roque
"Un hombre rico, que se hace pobre,
un hombre noble, que se hace humilde;
un hombre libre que se hace esclavo,
un  hijo único que se hace hermano de todos"

Te pedimos humildemente
¡Oh Glorioso San Roque!
que seamos dignos de 
seguiros en el camino
que lleva a la salvación eterna
Amén