martes, 17 de febrero de 2015

MIÉRCOLES DE CENIZA





Con el Miércoles de Ceniza (18/02/15), da comienzo la Cuaresma, un tiempo de oración, penitencia y ayuno. Cuarenta días de preparación para la Pascua, que comienza con el miércoles de Ceniza.
 
Con la imposición de las cenizas se inicia una estación espiritual particularmente relevante para todo cristiano que quiera prepararse dignamente para vivir el Misterio Pascual, es decir, la Pasión, Muerte y Resurrección de  Jesucristo., que nos recuerda que nuestra vida en la tierra es pasajera y que nuestra vida definitiva se encuentra en el Cielo.
 
 
Este tiempo del Año Litúrgico se caracteriza por el mensaje bíblico que puede ser resumido en una sola palabra: "metanoeiete", es decir "Convertíos". Estas cenizas se elaboran a partir de la quema de los ramos del Domingo de Ramos del año anterior, y son bendecidas y colocadas sobre la cabeza o la frente de los fieles, como signo de la caducidad de la condición humana.
 

 
 
La imposición de la ceniza, es realizada por el sacerdote sobre los fieles que asisten a la Iglesia, haciéndoles una cruz con la ceniza en la frente, o dejando caer un poco de ceniza en sus cabezas, usando las siguientes palabras: "Convertíos y creed en el Evangelio" y con la expresión "Acuérdate que eres polvo y al polvo volverás", invita a todos a reflexionar acerca del deber de la conversión, recordando la fragilidad de la vida humana, sujeta a la muerte.
 
 
Cuando el sacerdote nos pone la ceniza, debemos tener una actitud de querer mejorar, de querer tener amistad con Dios, ya que esas cenizas representan nuestros egoísmos, mentiras, perezas, falta de respeto, peleas..., nuestros males que hemos quemado y que queremos que se conviertan en paz, amistad, solidaridad, amor, dulzura y comprensión. La ceniza se impone tanto a niños como a adultos.
 
La ceniza representa la destrucción de los errores del año anterior al ser estos quemados.
 
 
 
ORAR

La oración en este tiempo es importante. Nos ayuda a estar más cerca de Dios para poder cambiar lo que necesitemos cambiar de nuestro interior. Necesitamos convertirnos, abandonando el pecado que nos aleja de Dios.
 
Cambiar nuestra forma de vivir para que sea Dios el centro de nuestra vida.
 
 
Solo en la oración encontraremos el amor de Dios y la dulce y amorosa exigencia de su voluntad.
 
 
 
Al reflexionar sobre nuestra vida, debemos convertirla en un seguimiento a Jesús, profundizando en su mensaje de amor y acercándonos en esta Cuaresma al Sacramento de la Reconciliación (confesándonos) y reconciliarnos con Dios. 
 
Para que nuestra oración tenga frutos, debemos evitar la Hipocresia, las distracciones, escuchar a Dios. Debemos ser sinceros, y esa sinceridad debe salir de lo profundo de nuestro corazón.
 

 
 

 AYUNAR. ABSTINENCIA

El miércoles de ceniza y el Viernes Santo y el Sábado Santo, son días de ayuno y abstinencia.
 
Ayuno:. El ayuno consiste en hacer una sola comida fuerte al día.  Obliga desde los 18 años hasta los 65 años.

Abstinencia: La abstinencia consiste en no comer carne. No están obligados los menores de 14 años.
 
 




Es una manera de pedirle perdón a Dios por haberlo ofendido y decirle que queremos cambiar de vida para agradarlo siempre. Debemos hacerlos con alegría porque lo hacemos por amor a Dios.




DAR. LIMOSNA.

La práctica de la limosa representa una manera concreta de ayudar a los necesitados y al mismo tiempo una liberación del apego a los bienes terrenales.
 

 

La limosna es una manera de compartir y ayudar. Nos educa a socorrer al prójimo en sus necesidades y a compartir con los demás lo que poseeos por bondad divina. La limosna es un medio excelente para acercarnos a Dios.
 
 
La limosna nos acerca a los demás y a su vez nos acerca a Dios y puede convertirse en un instrumento de auténtica conversión y reconciliación con él y con los hermanos.
 

 


¿QUÉ SIGNIFICA IMPOSICIÓN DE LA CENIZA?
 
La imposición de la ceniza no es un rito mágico, no nos quita nuestro pecados pues para ello tenemos el Sacramento de la Reconciliación. 
 
La imposición de la ceniza es un signo de arrepentimiento, de penitencia, pero sobre todo de conversión. 

Es el inicio del camino de la Cuaresma, para acompañar a Jesús desde su desierto hasta el día de su triunfo que es el Domingo de Resurrección.  Esta Reconciliación con Dios, está integrada por el Arrepentimiento, la Confesión de nuestros pecados, la Penitencia y la Conversión.


 
 
 
"SEÑOR HAZ QUE
ESTA CUARESMA
SEA UN NUEVO COMIENZO...
 
ENTRA Y FORTALECE
 MI CORAZÓN"