domingo, 13 de julio de 2014

VIRGEN DEL CARMEN


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El próximo 16 de Julio recordaremos a Nuestra Señora del Carmen. Reflexionemos un poco sobre esta advocación y las grandes promesas de su escapulario.
Santa María en el Monte Carmelo, referida comúnmente como Virgen del Carmen o Nuestra Señora del Carmen, es una de las diversas advocaciones de la Virgen María. Se llama así porque procede del llamado Monte Carmelo en Israel, un nombre que deriva de la palabra Karmel o Al-Karem y que se podría traducir como "jardín". Existen hoy en día órdenes carmelitas repartidas por todo el mundo, masculinas y femeninas, las cuales giran en torno a esta figura mariana.



ORIGEN DE LA DEVOCIÓN A LA VIRGEN DEL CARMEN Y EL MONTE CARMELO

El Carmelo era sin duda, el monte donde numerosos profetas rindieron culto a Dios. Los principales fueron Elías y su discípulo Eliseo, pero existían también diferentes personas que se retiraban en las cuevas de la montaña para seguir una vida eremítica. 
Esta forma de oración, de penitencia y de austeridad fue continuada siglos más tarde, concretamente en el III y IV, por hombres cristianos que siguieron el modelo de Jesucristo y que de alguna forma tuvieron al mismo Elías como patrón situándose en el valle llamado Wadi-es-Siah.


A mediados del siglo XII, un grupo de devotos de Tierra Santa procedentes de Occidente, decidieron instalarse en el mismo valle que sus antecesores y escogieron como patrona a la Virgen María. Allí construyeron la primera Iglesia dedicada a Santa María del Monte Carmelo. 
Desde su monasterio quisieron vivir bajo los aspectos marianos que salían reflejados en los textos evangélicos: maternidad divina, virginidad, inmaculada concepción y anunciación. Estos devotos que decidieron vivir en comunidad bajo la oración y la pobreza, fueron la cuna de la Orden de los Carmelitas, y su devoción a la Virgen permitió que naciera una nueva advocación: Nuestra Señora del Carmen.

 


ORÍGENES DEL CULTO

[Estampa religiosa de la Virgen del Carmen]Según la tradición carmelita, el 16 de julio del año 1251, la imagen de la Virgen del Carmen se le habría aparecido a San Simón Stock, superior general de la Orden, a quien le entregó sus hábitos y el escapulario, principal signo del culto mariano carmelita. La veneración recibió reconocimiento papal en 1587.




Según esa tradición, la Virgen prometió liberar del Purgatorio a todas las almas que hayan vestido el escapulario durante su vida, el sábado siguiente a la muerte de la persona y llevarlos al cielo, creencia que ha sido respaldada por los Pontífices. La iconografía principal de la Virgen la muestra portando dicho escapulario. La devoción mariana hacia la Virgen del Carmen se extendió a muchos países de Europa y América, destacando entre ellos España, Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, México, Panamá, Perú y Venezuela.


ESCAPULARIO
El escapuario, nos dispone el amor a Dios y a la verdadera contrición del pecado si lo recibimos con devoción.

Las comunidades religiosas llevan su hábito como signo de su consagración a Dios. Los laicos no pueden llevar hábito, pero los que desean asociarse a los religiosos en su búsqueda de la santidad pueden usar el escapulario.
  
La Virgen dio a los Carmelitas el escapulario como hábito miniatura que todos los devotos pueden llevar para significar su consagración a ella. Consiste en un cordón que se lleva al cuello con dos piezas pequeñas de tela color café, una sobre el pecho y otra sobre la espalda (scapulae). Se usa bajo la ropa. 




LA VIRGEN MARÍA ENTREGA EL ESCAPULARIO EL 16 DE JULIO DE 1251
En el año 1246 nombraron a San Simón Stock general de la Orden Carmelita. Este comprendió que, sin una intervención de la Virgen, a la orden le quedaba poco tiempo. Simón recurrió a María poniendo la orden bajo su amparo, ya que ellos le pertenecían. En su oración la llamó "La flor del Carmelo" y la "Estrella del Mar" y le suplicó la protección de toda la comunidad.
En respuesta a esta ferviente oración, el 16 de julio de 1251 se le aparece la Virgen a San Simón Stock y le da el escapulario para la orden con la siguiente promesa:
"Ese debe ser un signo y privilegio para ti y para todos los Carmelitas: quien muera usando el escapulario no sufrirá el fuego eterno".


Muy pronto empezaron a notarse en todas partes las bendiciones y ayudas tan especiales que la Madre de Dios concedía a los que llevaban con fe y devoción el Santo escapulario. Incendios que se detenían. Inundaciones que se calmaban, tentaciones que se alejaban. Pecadores que se convertían. En Francia en plena batalla el rey Luis XI vio que a un soldado le llegaba una flecha dirigida hacia su corazón y en cambio se le clavaba en el escapulario y no le hacía ningún daño. Inmediatamente el rey y todos sus generales pidieron el escapulario y se lo colocaron. Lo que salva de los peligros no es el escapulario en sí, sino la Santísima Virgen que protege y defiende a quienes llevan a esa insignia como señal del aprecio y la devoción que sienten por Ella.


PROMESAS VINCULADAS AL ESCAPULARIO DEL CARMEN
En algunos casos, el uso del escapulario se acompaña de promesas como la protección de la condena eterna o algunos otros privilegios. Esas promesas se dan en un cuadro de revelaciones personales a miembros de la orden a partir de visiones.

 
El más difundido de entre todos los escapularios es el de la Virgen del Carmen, que cuenta con el llamado privilegio sabatino: existe la tradición de que la Virgen, a los que mueran con el Santo Escapulario y expían en el Purgatorio sus culpas, con su intercesión hará que alcancen la patria celestial lo antes posible, o, a más tardar, el sábado siguiente a su muerte.


Está autorizado el uso de una medalla en lugar del escapulario del Carmen, con tal de que por un lado lleve la imagen del Sagrado Corazón de Jesús y por el otro una de la Santísima Virgen: La imposición debe realizarse con Escapulario de tela. A pesar de ello, el mismo San Pío X, al conceder esta dispensa, recomendó el uso del Escapulario de tela. Este es más simbólico, por ser una expresión abreviada del hábito del Carmen.

España es uno de los países donde más arraigada se encuentra esta advocación. Los pescadores han nombrado a la Virgen del Carmelo su fiel protectora y además la Marina Española le ha concedido el título de Patrona. Por esta razón, la Virgen del Carmen es conocida como la "estrella de los mares".


LA ESTRELLA DEL MAR Y LOS CARMELITAS

Los marineros, antes de la edad de la electrónica, dependían de las estrellas para marcar su rumbo en el inmenso océano. De aquí la analogía con la Virgen María quien como, estrella del mar, nos guía por las aguas difíciles de la vida hacia el puerto seguro que es Cristo. Por la invasión de los sarracenos, los Carmelitas se vieron obligados a abandonar el Monte Carmelo. 
Una antigua tradición nos dice que antes de partir se les apareció la Virgen mientras cantaban el Salve Regina y ella prometió ser para ellos su Estrella del Mar. Por ese bello nombre conocían también a la Virgen porque el Monte Carmelo se alza como una estrella junto al mar.


CARMELITAS EN ESPAÑA
El primer convento carmelita de la Península Ibérica aparecería en Perpiñán (Francia), entonces ciudad de la Corona de Aragón, estableciéndose su fecha fudacional entre 1265 y 1269. Su propagación fue rápida por toda la península ibérica, llegando a Sevilla en 1358, ciudad desde la que se impulsará la creación de la destacada Provincia Bética Carmelitana, en 1499. En esta época empezarán a surgir las primeras comunidades femeninas de religiosas carmelitas en todo el territorio. Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz, también durante el siglo XVI, introdujeron profundas reformas en el seno de la Orden dando origen a los Carmelitas Descalzos.



ORACIÓN A LA VIRGEN DEL CARMEN

"Tengo mil dificultades:
Ayúdame.
De los enemigos del alma:
Sálvame.
En mis desaciertos:
Ilumíname
En mis dudas y penas:
Confórtame.
En mis enfermedades:
Fortaléceme.
Cuando me desprecien:
Anímame.
En las tentaciones:
Defiéndeme.
En las horas difíciles:
Consuélame.
Con tu corazón maternal:
Ámame.
Con tu inmenso poder:
Protégeme.
Y en tu brazos al expirar:
Recíbeme.
Virgen del Carmen
Ruega por nosotros.
Amén".