sábado, 1 de noviembre de 2014

TODOS LOS SANTOS y FIELES DIFUNTOS

DIA DE TODOS LOS SANTOS

 


El Día de Todos los Santos es una fiesta religiosa que se celebra en muchos países de fe cristiana.  Se celebra el 1 de Noviembre. Fue el Papa Gregorio IV quien ordenó en el año 835, que el mundo cristiano honre a todos los santos de cielo en esta fecha.


La Iglesia llama "Santos" a aquellas personas que se han dedicado su vida a seguir el ejemplo de Jesucristo y han sido "canonizados", o sea declarados oficialmente santos por el Sumo Pontífice.

 
 

HISTORIA

La Iglesia Primitiva, acostumbraba celebrar el aniversario de la muerte de un mártir, en el lugar del martirio. Frecuentemente los grupos de mártires morían el mismo día, lo cual condujo naturalmente, a una celebración común.

 
En la persecución de Diocleciano, el número de mártires llegó a ser tan grande que no se podía separar un día para asignar la fiesta. 
Pero la Iglesia, sintiendo que cada mártir debería ser venerado, señaló un día en común para todos. En la Iglesia de Occidente el Papa Bonifacio IV, entre el 609 y 610, consagró el Panteón en Roma a la Santísima Virgen y a todos los mártires, dándole un aniversario. Gregorio III (731-341), consagró una capilla en la Basílica de San Pedro, a todos los Santos y arregló el aniversario para que fuera el 1 de Noviembre, la fiesta de los Santos. Gregorio IV, extendió la celebración del 1 de noviembre a toda la Iglesia, a mediados del siglo IX.
 
 
 
SIGNIFICADO DE FIESTA DE LOS SANTOS
 
El día de Todos los Santos es una solemnidad cristiana instituida en honor de Todos los Santos, conocidos y desconocidos, según el Papa Urbano IV, para compensar cualquier falta a las fiestas de los santos durante el año por parte de los fieles, cuya celebración es el 1 de Noviembre.
 
Por su intercesión se han conseguido admirables milagros, y porque después de haber examinado minuciosamente sus escritos y de haber hecho una cuidadosa investigación e interrogatorio a los testigos que lo acompañaron en su vida, se ha llegado a la conclusión de que practicaron las virtudes en grado heroico.

Para toda la Iglesia, la fiesta de los Santos, es una gran celebración porque hay, una gran fiesta en el cielo.

 

 

Para nosotros, es una gran oportunidad de agradecer todos los beneficios, todas las gracias que Dios ha derramado en personas, que han vivido en esta tierra y que han sido como nosotros, con las mismas debilidades y con las fortalezas que vienen del mismo Dios. Celebremos este día con un corazón agradecido, porque Dios ha estado grande con nosotros y estamos alegres.
Los santos que desearon la Gloria de Dios desde aquí en la tierra, lo siguen deseando en la visión beatífica, y comparten el mismo deseo de Nuestro Señor Jesucristo, el deseo de que todos los hombres se salven, que todos los hombres glorifiquen a Nuestro Señor.
 
 
CELEBRAMOS LA FIESTA DE TODOS LOS SANTOS
 
La Iglesia, ha instituido la Fiesta de Todos los Santos, por las siguientes razones:

* Para alabar y agradecer al Señor, la merced que hizo a sus siervos, santificándolos en la tierra y coronándolos de gloria en el cielo.

* Para honrar en este día, a los Santos que no se les hace ninguna fiesta particular, a lo largo del año.

* Para reparar en este día, las faltas que en el transcurso del año hayamos cometido, en las fiestas particulares de los Santos.

* Para animarnos más a la virtud, con los ejemplos de tantos Santos de toda edad, sexo y condición, y con la memoria de la recompensa que gozan en el cielo.
 
 
   
La cantidad de santos, santas, y mártires que dejaron una huella tan profunda en su paso por esta tierra, y que ni el tiempo ni los cambios de generaciones han podido borrar.  Celebremos con gozo este día, y pidámosle a Dios Nuestro Señor, nos conceda disfrutar en esta tierra de la protección de sus santos y que un día nos conceda estar con ellos para glorificarlo en su eternidad.
 



El Papa Juan Pablo II nos ha invitado a vivir la santidad muchas veces, él ha llevado una vida de santidad y ha llevado al altar a muchos santos, y nos dice que para ser santos hay que::

Orar: Hacer oración, no sólo rezar oraciones de memoria sino poner en ellas el corazón, orar es hablar con Dios.

Ir a Misa y comulgar. La Misa (La Eucaristía), es el lugar más hermoso del mundo, es como estar en el celo porque ahí está presente Jesús que se nos da en la comunión.

La Confesión. Acercaros seguido al perdón que Dios siempre nos da cuando hemos pecado. Así recuperamos su amistad y volvemos a ser felices.

La Gracia. Confiar en Dios, saber que sólo porque Jesús nos acompaña siempre, podemos ser buenos.

Escuchar la Palabra de Dios. Conocer lo que Dios nos dice en la Biblia, aprender el catecismo, para hacer lo que le agrada a Dios..

Anunciar la Palabra de Dios. Ser misioneros, llevar a otros la alegría de encontrarse con Jesús, lo podemos hacer con palabras, con nuestro comportamiento, con nuestra compañía, ayudando a los demás con amor.

La Santísima Virgen María, San José, Los Apóstoles, Mártires y Santos todos esperan nuestro triunfo, están atentos a nuestra lucha, no nos olvidan. Este es un buen día, para reflexionar todo el bien espiritual y material, que por intercesión de los santos hemos obtenido y tenemos hasta el día de hoy.




DIA DE LOS FIELES DIFUNTOS



La Conmemoración de los Fieles Difuntos, popularmente llamada Día de Difuntos, es una celebración que tiene lugar  el día 2 de Noviembre. En este día se reza por aquellos fieles que han acabado su vida terrenal, y también por aquellos que se encuentran aún en estado de purificación en el Purgatorio.

En este día, es tradición asistir al cementerio para rezar por las almas de quienes ya abandonaron este mundo. Es un día de recogimiento, donde se recuerda a los difuntos y generalmente se asiste al cementerio para rezar por los familiares que ya no están; acompañando las tumbas con orlas y flores.





¿QUÉ SON LAS INDULGENCIAS?

La indulgencia es algo que se nos concede, benignamente en nuestro favor. La indulgencia es la remisión ante Dios de la pena temporal por los pecados ya perdonados, en cuanto a la culpa, que un fiel dispuesto y cumpliendo determinadas condiciones consigue por mediación de la Iglesia, la cual como administradora de la redención, distribuye y aplica con autoridad el tesoro de las satisfacciones de Cristo y de los Santos.

La indulgencia relaciona tres realidades: el perdón, el pecado y la Iglesia, es decir, la indulgencia consiste en una forma del perdón que el fiel obtiene en relación con sus pecados por la mediación de la Iglesia.





Con las indulgencias, no se libera al hombre de ninguna culpa, ni grave ni leve, ni se perdona la pena eterna. Para liberar la culpa es necesario el arrepentimiento y la sacramento de la Reconciliación. El pecado entraña una doble consecuencia: "pena eterna" y "pena temporal".
 



 
La pena eterna es la privación de la comunión con Dios. El que peca mortalmente pierde la amistad con Dios, privándose si no se arrepiente y acuda al sacramento de la penitencia, de la unión con Él para siempre.
 
La pena temporal es el sufrimiento que comporta la purificación del desorden introducido en el hombre por el pecado. Esta pena ha de purgarse e esta vida o en la otra (purgatorio), para que el fiel cristiano quede libre de los rastros que el pecado ha dejado en su vida.

Las indulgencias, liberan al hombre de la pena temporal. Pero para que esto, pueda ser así, antes tiene que haber sido perdonada la culpa.

El pecador es liberado de la pena eterna merecida por sus pecados, No se perdonan los pecados, ya que se perdonan mediante el sacramento de la penitencia. perdona la culpa, pero no la pena. Para liberarse de la pena temporal, tiene que restablecerse por completo, sanando las consecuencias del pecado, es decir purificando las penas temporales merecidas por él.
 
Las indulgencias son como un indulto, un perdón gratuito de estas penas temporales. La Iglesia no es la autora, pero sí la mediadora del perdón. Con la concesión de las indulgencias, la Iglesia reparte entre los fieles la medicina eficaz de los méritos de Cristo nuestro Señor, ofrecidos por la humanidad. Los Santos, son los enfermeros que vuelcan sus cuidados en el hombre dañado por el pecado, para que pueda recuperarse pronto de las marcas dejadas por las heridas.
 
 

SER SANTOS ES QUERER SEGUIR A JESÚS
ACTUAR COMO ÉL,
HACER EL BIEN COMO ÉL,
AMAR COMO ÉL.
SER SANTO ES SER AMIGO DE JESÚS