II CONGRESO INTERNACIONAL:
"LA ARQUITECTURA AL SERVICIO DE LA LITURGIA"
Se celebra los 7 y 8 en la Escuela Politécnica del CEU
Jesús Folgado: "Cuando un templo se proyecta, hay que tener en cuenta que en él se va a celebrar la liturgia"
Jesús Folgado es sacerdote de la diócesis de Getafe, presidente de la Fundación San Juan y responsable del II Congreso Internacional "La arquitectura al servicio de la liturgia", que se celebra los días 7 y 8 de este mes en la Escuela Politécnica del CEU.
He aquí la entrevista íntegra, que ha publicado en el día de hoy, la revista Religión Digital, Información Religiosa de España y el mundo:
¿Cómo se asocia la liturgia con una disciplina como la arquitectura?
Son dos elementos que normalmente disociamos, ponemos uno por un lado
y otro por otra parte. Pero eso, además de ser un error, es una
novedad. La arquitectura tiene que estar al servicio de la liturgia. Cuando un templo se concibe o se proyecta, hay que tener en cuenta que en él se va a celebrar la liturgia.
¿Los estilos arquitectónicos fueron variando históricamente para responder a distintas necesidades?
Eso es. Sin embargo, es una costumbre que se había perdido, y que
creo que se empieza a recuperar ahora. Es muy importante que nos demos
cuenta de que tiene que haber una interrelación entre la arquitectura y la liturgia,
porque si no, como pasa en muchos sitios, nos encontraremos con grandes
iglesias que no responden a la vida litúrgica ni a la vida de la
parroquia. Hay grandes iglesias que ha ganado premios pero en las que no
se puede celebrar. Por tanto, lo que se pretende con este congreso es
hacer ver que tiene que haber una interrelación entre la liturgia y la
arquitectura. Y para ello es esencial que echemos una mirada a nuestra
historia.
¿Qué estilo se sigue en la arquitectura religiosa de hoy? ¿Se ha
descuidado la estética en los últimos años, o por el contrario, se ha
cuidado, pero de manera que la parroquia quedara acoplada al barrio?
¿Falta funcionalidad interior en nuestras parroquias de ladrillo rojo?
Por un lado, en las parroquias jóvenes de reciente construcción nos encontramos con una dificultad económica, y por tanto hay que jugar con el poco dinero que se tiene,
tratando de crear lugares donde se pueda celebrar la eucaristía, donde
se pueda rezar, donde pueda haber sitio para la catequesis, la formación
y la convivencia.
En este momento hay distintos movimientos a nivel
mundial que están intentando pensar sobre estas cuestiones, y el próximo
congreso se encuadra en esa coyuntura. En noviembre vamos a celebrar
también el III Congreso de Arquitectura Religiosa y Contemporánea. Hay
otros congresos similares que se están celebrando en Europa, América Latina y Estados Unidos. También se está empezando a publicar sobre el tema.
Creo que, en definitiva, se está empezando a reflexionar sobre todo esto.
¿Cómo debería ser hoy una parroquia de barrio?
Debería ser un espacio que ayude a rezar, y probablemente también un espacio relativamente barato, asumible.
Ya hace tiempo que no tenemos dinero para grandes templos, pero con lo
que tenemos debemos crear lugares que sean funcionales, pero que al
mismo tiempo lleven a Dios. Espacios donde se pueda vivir la caridad.
Y esto es posible, pero hay que pensar.
La pretensión que tenemos es que estas circunstancias nos ayuden a
dialogar unos con otros, a reflexionar y a compartir. Y para eso
pensamos que es importante, como dije antes, mirar al pasado. A las
grandes construcciones religiosas.
Si no tenemos presente que el
edificio cristiano es un edificio donde se va a celebrar la eucaristía y
se va a reunir la Iglesia, no podemos hacer un buen edificio.
Antes
se tenía la concepción de que la iglesia, como dijo San Pablo, era el
cuerpo de Cristo. Entonces, cuando se concebía un templo o un monasterio
se buscaba hacer presente el cuerpo de Cristo, no sólo en la
eucaristía, sino también en la vida de la Iglesia. Los arquitectos
tenían presente estos cuando diseñaban una iglesia.
Pero esto ya se
ha roto. Creo que ahora muchas veces se busca construir algo
estéticamente bello, pero no podemos olvidar que ahí se va a reunir el
cuerpo de Cristo, para hacer presente a Cristo.
Hay un libro que a mí me gusta mucho, "El espíritu de la liturgia", del entonces cardenal Ratzinger,
en el que dice que el arte siempre refleja la vivencia interior.
Ratzinger habla de la crisis de pensamiento y la crisis cultural de
nuestros tiempos, y parece lógico que si nuestro mundo ha relegado a
Dios a un segundo plano, esto se plasme en la arquitectura religiosa.
Muchos
arquitectos o miembros de la institución eclesiástica se están dando
cuenta de que, si bien este momento no es el idóneo para emprender
grandes obras, sí lo es para pensar y replantearse algunos temas. Para
sentarnos a reflexionar qué es lo que hemos hecho y qué es lo que vamos a
tener que seguir haciendo, contando con la peculiaridad de que en las
diócesis jóvenes hay que seguir haciendo templos.
¿Dentro de esa reflexión tienen especial importancia los lugares de adoración del templo, como por ejemplo el sagrario?
Sí. No puede seguir pasando lo que ya ha pasado a veces, de diseñar un templo y, una vez que está construido, decir "¡Anda!, ¿dónde vamos a poner el sagrario?".
O ¿dónde vamos a poner el altar? Cuando si uno coge el ritual de
dedicación de una Iglesia, lo primero que se dice es que se debe pensar
dónde va a estar el altar, y en base al altar, organizar el resto de la
iglesia.
Todo esto se ha perdido, y por eso creo que estamos en el
momento de recuperar todo el simbolismo cristiano, en un mundo que es
totalmente simbólico. Hasta en el WhatsApp utilizamos emoticonos para
reflejar nuestro estado interior.
Vuestro congreso lo inaugura José Riveiro, que es una especie de
responsable vaticano para estos temas que tienen que ver con la
arquitectura
Sí. De las últimas cosas que hizo el Papa Benedicto fue crear un
departamento en la Congregación del Culto Divino, cuyo responsable se
encarga de coordinar toda la arquitectura religiosa, todo el arte
religioso. Agradecemos mucho su presencia.
La apertura del Congreso
la hará el Director General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid; y
también vendrá mi obispo y el director de la Escuela Politécnica del
CEU.
¿Qué es la Fundación San Juan?
En 2016 hacemos 100 años, así que es ya una institución vetusta.
La Fundación hasta 2010 siempre estaba vinculada a una parroquia, la de Sevilla la Nueva.
Y el presidente de la Fundación (que es civil, no eclesiástica), es su
párroco. En el 2010 el Protectorado de Fundaciones de la Comunidad nos
exigió actualizar los estatutos, y realizamos una ampliación del
patronato y de los fines fundacionales.
Nuestra fundación tiene fines
benéficos, realizamos proyectos, colaboramos con otras instituciones...
El año pasado hicimos este I Congreso de Arquitectura al Servicio de la
Liturgia, y nos sorprendió la gran asistencia de gente de toda España
que tuvimos.
Nosotros acabábamos de "renacer", y tras eso hicimos una
exposición de arte sacro y unas jornadas, y ahora estamos con el II
Congreso. Esos son los pilares de nuestra Fundación. También hemos
organizado algún concierto de música sacra y conciertos benéficos; para
luego colaborar con el otro pilar, que es la parte social.
Ahora
mismo nos estamos recreando, después de años con una actividad latente.
Estamos colaborando, por afinidad, con un albergue que tiene Cáritas en
Getafe llevado por las mercedarias. Todo lo que recaudamos en el
concierto, por ejemplo, lo dividimos entre el albergue San Vicente de
Paúl y entre un amigo que está de misionero trabajando en las villas
miseria de Buenos Aires.
Se nos puede localizar a través de la página
www.fundacionsanjuan.es
Ahí
se pueden ver nuestras actividades y proyectos. Ahora por ejemplo
estamos organizando una Feria de la Familia en Brunete, con la que
colabora la Comunidad de Madrid.
¿Tenéis un mártir en la Fundación?
Bueno, esperamos que algún día lo sea. Está todavía en proceso. Fue uno de los párrocos de Sevilla la Nueva. Una noche fueron a recoger a los curas de la zona... y está en Paracuellos. (Estamos hablando de 1936).
Además
era un hombre bastante listo, una mente privilegiada. Le mandaron a
Comillas a estudiar, y cuando llegó a Sevilla la Nueva le cogieron y le
mataron. Tenemos los testimonios de cómo murió, y estamos recabando
información. La gente le recuerda mucho en el pueblo, y eso que estuvo
sólo 6 o 7 meses. Lo curioso es que no quiso irse. Quiso quedarse en el
pueblo, y la gente le escondía. Hasta que una noche se lo llevaron.
¿Habéis hecho alguna publicación desde la Fundación?
Sí, hemos editado las primeras jornadas, con el título "La liturgia,
fuente de inspiración de las artes", que va a salir ahora publicada con
CPL. Esperamos que ya este mes pueda estar en las librerías.
Quería aprovechar para agradecer a todos los ponentes del Congreso, que vienen desinteresadamente desde todo el mundo.